lunes, 6 de julio de 2009

CRONOGRAMA DE CAPACITACION EN NARRATIVA Y POESÍA EN ESQUEL Y PUERTO MADRYN

El que sigue, es el cronograma de los talleres de capacitación en Poesía y Narrativa organizados por el Fondo Nacional de las Artes (ver entrada anterior)

Taller de poesía (Irene Gruss)
21 y 22 de agosto - Madryn

11 y 12 de septiembre - Madryn
9 y 10 de octubre - Esquel
13 y 14 de noviembre - Esquel

Taller de narrativa (Leopoldo Brizuela)
21 y 22 de agosto - Esquel

11 y 12 de septiembre - Esquel
9 y 10 de octubre - Madryn
13 y 14 de noviembre - Madryn

viernes, 3 de julio de 2009

BECAS PARA CAPACITACION EN NARRATIVA Y POESÍA EN ESQUEL Y PUERTO MADRYN










Organizadas por el Fondo Nacional de las Artes


Con la asistencia de la poeta Irene Gruss y el novelista Leopoldo Brizuela



Un total de 24 escritores de toda la provincia del Chubut serán seleccionados como becarios para los talleres de Poesía y Narrativa que el Fondo Nacional de la Artes llevará adelante en las ciudades de Puerto Madryn y Esquel.

Con la organización conjunta de las secretarías de Cultura de ambas ciudades, los talleres se dictarán durante cuatro meses a partir del mes de agosto próximo y estará a cargo de la poeta Irene Gruss y el novelista Leopoldo Brizuela.

La convocatoria para los postulantes se extiende hasta el 25 de julio próximo.

En el marco del programa “Pertenencia: puesta en valor de la diversidad cultural argentina”, orientado a promover las disciplinas artísticas, literarias y artesanales de cada provincia, el Fondo Nacional de las Artes ha proyectado dos talleres literarios, uno de narrativa y otro de poesía, destinados a poetas y narradores de toda la provincia de Chubut.

Los dos talleres darán comienzo en el mes de agosto de 2009, tendrán una duración de cuatro meses y se desarrollaran, de manera intensiva, durante un viernes y un sábado de cada mes.

El taller de poesía estará a cargo de la poeta Irene Gruss. El taller de narrativa estará a cargo del novelista y narrador Leopoldo Brizuela.

Los dos talleres tendrán lugar en la ciudades de Puerto Madryn y Esquel, dos meses en cada una de estas ciudades.

Cada uno de los dos grupos de taller estará integrado por hasta doce becarios que podrán residir en distintas localidades de la provincia de Chubut.

Los becarios que no residan en la ciudad en que se lleve a cabo la actividad programada tendrán cubiertos los gastos de traslado y de estadía durante cada sesión de taller.

La realización de este proyecto cuenta con el apoyo y la colaboración de las Subsecretarías de Cultura de las ciudades de Esquel y Puerto Madryn.

Requisitos:

Los interesados en integrar los grupos de taller deberán enviar:

Taller de Poesía: Tres o más poemas. La totalidad de los textos no debe exceder las 10 páginas.

Taller de Narrativa: Dos o más cuentos o un fragmento de novela. La totalidad de los textos no debe exceder las 25 páginas.

En uno u otro caso las páginas deben estar numeradas y en cada una debe constar el nombre de su autor.

En página aparte deberán consignarse los datos personales del solicitante: (Nombre y apellido, tipo y Nº de documento de identidad, domicilio, localidad, provincia, código postal, teléfono, correo electrónico) y un breve currículum.

De ser posible, se incluirán dos cartas de recomendación de personas con autoridad en el campo de la literatura.

Los trabajos deberán enviarse hasta el 25 de julio de 2009, por correo o vía email. Por correo al Fondo Nacional de las Artes, Alsina 673, (1087) Ciudad Autónoma de Buenos Aires, a nombre del Sr. Juan Balza, y en el sobre deberá decir: Pertenencia: taller de capacitación en narrativa / poesía (escribir una sola de las dos opciones). Vía email, los trabajos deberán enviarse en un attach, a la dirección juanbalza@fnartes.gov.ar

La selección será efectuada en cada caso por el coordinador propuesto para cada grupo y por la Comisión de Letras del Directorio del F.N.A., integrada por los escritores Luis Chitarroni y Liliana Heker,

Orientación para los postulantes

Se debe tener en cuenta que esta propuesta no es la de un concurso literario. Apunta a darles una posibilidad de crecimiento y perfeccionamiento a creadores con condiciones para el oficio literario.

No se tendrá en cuenta, entonces, la perfección de un texto sino el talento y la genuina originalidad que ese texto revelan.

lunes, 22 de junio de 2009

Día del Libro en el Centro Cultural Melipal



Celebramos el Día del Libro (15 de junio) con diversas actividades que organizamos con un montón de gente e instituciones.
Estuvo bueno.

viernes, 12 de junio de 2009

Celebran el Día del Libro en el Melipal

Los libros me enseñaron a pensar y el pensamiento
me hizo libre.
(Ricardo Corazón de León)

Con actividades diversas habrá de celebrarse el próximo lunes 15, a partir de las 17 horas, el Día del Libro en el Centro Cultural Melipal de nuestra ciudad.
La iniciativa surgió de manera casi espontánea en el transcurso de los últimos días, y en el ámbito del programa Esquel Literario, que depende de la la Subsecretaría de Cultura y Educación de la Municipalidad y coordinan escritores locales.
De inmediato comenzaron a sumarse distintas entidades y personas que propusieron sus ideas y comenzó a getarse una jornada que promete ser muy movida y entretenida.
Desde la exhibición de libros antiguos y talleres de encuadernación, hasta rincones de lectura infantil, pasando por una muestra de la colección casi completa de la ya mítica Revista Humo(r), las actividades se desarrollarán en la Confitería del Centro Melipal y salas anexas.
También comprometieron su participación el grupo de jugadores de Scrabel, el tradicional juego de palabras cruzadas, que habitualmente se reúnen en el Melipal los días martes y sábados. En esta ocasión, se dijo, podrían realizar unas partidas simultáneas, incluso posiblemente algunas abierttas para la participación de otros vecinos que quieran sumarse. Este grupo, además, regresará el lunes de haber participado durante este fin de semana en un encuentro regional de jugadores de Scrabel que habr´ña de realizarse en El Bolsón.
Entre las insituciones comprometieron su participación, además, se encuentran el Programa Esquel Lee, que exhibirá los afiches realizadon por jóvenes estudiantes de nuestra ciudad a partir de textos literarios; la Asociación Galesa, con una muestra de libros y textos para la enseñanza de la lengua galesa; La Escuela 54, con su taller de radio; se presentarán poemas ilustrados por los participantes del literario que dirige Cristina Landeira y la artista plástica Dana Parissi en el marco de los Talleres Municiaples de Formación Integral (TAMFI).
Además se prevee la realización de juegos breves para chicos y adultos, en los que la palabra será la protagonista.
Como cierre, se llevará a cabo la entrega de varios reconocimientos a vecinos de la ciudad por su aporte a la actividad lectora y literaria, y finalmente un breve recital de poesía tanguera y letras de tango, que será acompañado por bailarines de excelencia.

DÍA DEL LIBRO
Esta celebración comenzó en Argentina el 15 de junio de 1908 como "Fiesta del Libro". Ese día se entregaron los premios de un concurso literario organizado por el Consejo Nacional de Mujeres. En 1924, el Decreto Nº 1038 del Gobierno Nacional declaró como oficial la "Fiesta del Libro". El 11 de junio de 1941, una resolución Ministerial propuso llamar a la conmemoración "Día del Libro" para la misma fecha, expresión que se mantiene actualmente.



LA EVOLUCION DEL LIBRO

Las tablas de arcilla o bajorrelieves en diferentes piedras fueron los primeros soportes. A los egipcios les corresponde el invento del papiro, una especie de papel fabricado con una planta que crecía a orillas del Nilo. Las láminas de papiro medían hasta 49 cm de largo y 20 cm de ancho. Se las enrrollaba y lo usaban los escribas para asentar sus escritos. Los chinos aportaron un soporte mucho más perdurable: el papel. Este invento aparece en los registros históricos en el año 105 d. c., pero es sin duda más antiguo.

El pergamino fue el sistema usado en Europa durante la Edad Media y tenía la ventaja de que se podía escribir de las dos caras. Se agrupaba en varios pliegos y se cosía formando los códices, que poco a poco fueron constituyendo lo que hoy se conoce como un libro. En esta evolución el impacto más decisivo para la humanidad fue la aparición de la imprenta.

En los comienzos de la imprenta se utilizaban los incunables, pero hacia el siglo XVI se dejaron de usar. Con la imprenta llegó la democratización del acceso al saber: hoy es difícil imaginar un mundo en donde se usara en forma casi exclusiva la narración oral para comunicar experiencias e impartir educación. En definitiva: hoy no se puede negar que el avance de la ciencia y de la tecnología habría sido imposible sin la existencia del libro.



martes, 9 de junio de 2009

A la misma hora, en el mismo dial

Por Nadine Alemán
Hay varios elementos que forman parte nuestra vida diaria, pero hay uno que es de indiscutida importancia en la vida de la gente: la radio. Aunque a veces viejita y apartada (sin antena en alguna esquina de la cocina o llevándola de acá para allá cuando los partidos), todos tenemos un aparato de radio. También tenemos una frecuencia preferida, un programa y un locutor o locutora que ya casi consideramos de la familia, que nos da los mensajes o datos que necesitamos para empezar el día, que le reconocemos la voz y sabemos de qué manera rematará el chiste o el comentario.
El cine no se queda afuera en el homenaje a la radio y desde hace ya muchos años se hacen películas con la radio como elemento central. En “ESCALOFRÍO EN LA NOCHE” (de1971, EEUU, dirigida y protagonizada por Clint Eastwood), el locutor nocturno Dave Garland (Eastwood) decide conocer a una admiradora, y la chica (Jessica Walter), resulta no ser lo encantadora que era por teléfono cuando llamaba al programa.“DIAS DE RADIO” (1987, EEUU) es una película que transcurre en los años cuarenta, el momento de mayor apogeo de la radio, y relata cómo una familia vive absolutamente en función de la programación radial. Este es un film con dos nominaciones al Oscar y sin desperdicio del genial director Woody Allen.Otro es el enfoque que le da el director Helvecio Ratton a su película “RADIO FAVELA” (2002, Brasil). Allí se narra cómo una redada en contra del narcotráfico esconde el verdadero objetivo que es callar la voz de una radio pirata. Este film está basado en la historia real de Radio Favela, una radio comunitaria de Belo Horizonte, creada en los 80.
Por último podemos (y debemos) recordar la película “HOTEL RWANDA” (2004, Reino Unido, Sudáfrica) , film situado en Ruanda, durante la guerra civil entre hutus y tutsis. Aquí la radio cobra una preponderancia indiscutida ya que es el medio por el que los hutus instigan a erradicar a los tutsis definitivamente. La actuación de Don Cheadle como regente del hotel que cobija a lo tutsis perseguidos, es de las mejores de los últimos tiempos. Altísimamente recomendable.Para mal o para bien, como demuestran estos films, la radio llega, es compañía, servicio y entretenimiento. Es el medio de comunicación más completo, integral, influyente y pluralista.Pero por sobre todas las cosas, la radio es leal, y eterna.

miércoles, 4 de marzo de 2009

Albert Camus: La Misión del Escritor

Texto de apertura del programa. 04/03/09

(*) Discurso pronunciado al recibir el Premio Nobel de Literatura en 1958.

Al recibir la distinción con que vuestra libre academia ha querido honrarme, mi gratitud es tanto más profunda cuanto que mido hasta qué punto esa recompensa excede mis méritos personales.


Todo hombre, y con mayor razón todo artista, desea que se reconozca lo que él es o quiere ser. Yo también lo deseo. Pero al conocer vuestra decisión me fue imposible no comparar su resonancia con lo que realmente soy. ¿Cómo un hombre casi joven todavía rico sólo de dudas, con una obra apenas en desarrollo, habituado a vivir en la soledad del trabajo o en el retiro de la amistad, podría recibir, sin cierta especie de pánico, un galardón que le coloca de pronto, y solo, en plena luz? ¿Con qué estado de ánimo podría recibir ese honor al tiempo que, en tantas partes, otros escritores, algunos entre los más grandes, están reducidos al silencio y cuando, al mismo tiempo, su tierra natral conoce incesantes desdichas?


Sinceramente he sentido esa inquietud y ese malestar.

Para recobrar mi paz interior me ha sido necesario ponerme a tono con un destino harto generoso. Y como me era imposible igualarme a él con el sólo apoyo de mis méritos, no ha llegado nada mejor, para ayudarme, que lo que me ha sostenido a lo largo de mi vida y en las circunstancias más opuestas: la idea que me he forjado de mi arte y de la misión del escritor. Permitidme que, aunque sólo sea en prueba de reconocimiento y amistad, os diga, con la sencillez que me sea posible, cuál es esa idea.


Personalmente, no puedo vivir sin mi arte. Pero jamás he puesto ese arte por encima de toda otra cosa. Por el contrario, si él me es necesario, es porque no me separa de nadie y que me permite vivir, tal como soy, al nivel de todos. A mi ver, el arte no es una diversión solitaria. Es un medio de emocionar al mayor número de hombres ofreciéndoles una imagen privilegiada de dolores y alegrías comunes. Obliga, pues al artista a no aislarse; muchas veces he elegido su destino más universal. Y aquellos que muchas veces han elegido su destino de artistas porque se sentían distintos, aprenden pronto que no podrán nutrir su arte ni su diferencia sino confesando su semejanza con todos.

El artista se forja en ese perpetuo ir y venir de sí mismo a los demás; equidistantes entre la belleza, sin la cual no puede vivir, y la comunidad, de la cual no puede desprenderse. Por eso los verdaderos artistas no desdeñan nada; se obligan a comprender en vez de juzgar, y sin han de tomar un partido en este mundo, este sólo puede ser el de una sociedad en la que según la gran frase de Nietzsche, no ha de reinar el juez sino el creador, sea trabajador o intelectual.


Por lo mismo, el papel del escritor es inseparable de difíciles deberes. Por definición, no puede ponerse al servicio de quienes hacen la historia, sino al servicio de quienes la sufren. Si no lo hiciera, quedaría solo, privado hasta de su arte. Todos los ejércitos de la tiranía, con sus millones de hombres, no le arrancarán de la soledad, aunque consienta en acomodarse a su paso y, sobre todo, si lo consintiera. Pero el silencio de un prisionero desconocido, basta para sacar al escritor de su soledad, cada vez, al menos, que logra, en medio de los privilegios de su libertad, no olvidar ese silencio, y trata de recogerlo y reemplazarlo para hacerlo valer mediante todos los recursos del arte.

Ninguno de nosotros es lo bastante grande para semejante vocación. Pero en todas las circunstancias de su vida, obscuro o provisionalmente célebre, aherrojado por la tiranía o libre de poder expresarse, el escritor puede encontrar el sentimiento de una comunidad viva, que le justificara a condición de que acepte, en la medida de lo posible, las dos tareas que constituyen la grandeza de su oficio: el servicio de la verdad y el servicio de la libertad. Y pues su vocación es agrupar el mayor número posible de hombres, no puede acomodarse a la mentira y a la servidumbre que, donde reinan, hacen proliferar las soledades. Cualesquiera que sean nuestras flaquezas personales, la nobleza de nuestro oficio arraigará siempre en dos imperativos difíciles de mantener: la negativa a mentir respecto de lo que se sabe y la resistencia a la opresión.

(…)

Indudablemente, cada generación se cree destinada a rehacer el mundo. La mía sabe, sin embargo, que no podrías hacerlo, pero su tarea es quizá mayor. Consiste en impedir que el mundo se deshaga. Heredera de una historia corrompida en la que se mezclan revoluciones fracasadas, las técnicas enloquecidas, los dioses muertos y las ideologías extenuadas; en la que poderes mediocres, que pueden destruirlo todo, no saben convencer; en que la inteligencia se humilla hasta ponerse al servicio del odio y de la opresión, esa generación ha debido, en sí misma y a su alrededor, restaurar, partiendo de sus amargas inquietudes, un poco de lo que constituye la dignidad de vivir y de morir. Ante un mundo amenazado de desintegración, en el que nuestros grandes inquisidores arriesgan establecer para siempre el imperio de la muerte, sabe que debería, en una especie de carrera loca contra el tiempo, restaurar entre las naciones una paz que no sea la de la servidumbre, reconciliar de nuevo el trabajo y la cultura y reconstruir con todos los hombres una nueva Arca de la alianza. No es seguro que esta generación pueda al fin cumplir esa labor inmensa, pero lo cierto es que, por doquier en el mundo, tiene ya hecha, y la mantiene, su doble apuesta en favor de la verdad y de la libertad y que, llegado al momento, sabe morir sin odio por ella.


Es esta generación la que debe ser saludada y alentada donde quiera que se halla y, sobre todo, donde se sacrifica. En ella, seguro de vuestra segura aprobación, quisiera yo declinar hoy el honor que acabáis de hacerme.


Al mismo tiempo, después de expresar la nobleza del oficio de escribir, querría yo situar al escritor en su verdadero lugar, sin otros títulos que los que comparte con sus compañeros de lucha, vulnerable pero tenaz; injusto pero apasionado de justicia; realizando su obra sin vergüenza ni orgullo, a la vista de todos; atento siempre al dolor y la belleza; consagrado, en fin, a sacar de su ser complejo las creaciones que intenta levantar, obstinadamente, entre el movimiento destructor de la historia.

¿Quién, después de esos, podrá esperar que él presente soluciones ya hechas y bellas lecciones de moral? La verdad es misteriosa, huidiza, y siempre hay que tratar de conquistarla. La libertad es peligrosa, tan dura de vivir como exaltante. Debemos avanzar hacia esos dos fines, penosa pero resueltamente, descontando por anticipado nuestros desfallecimientos a lo largo de tan dilatado camino. ¿Qué escritor osaría, en conciencia, proclamarse predicador de virtud? En cuanto a mí, necesito decir una vez más que no soy nada de eso. Jamás he podido renunciar a la luz, a la dicha de ser, a la vida libre en que he crecido. Pero aunque esa nostalgia explique muchos de mis errores y de mis faltas, indudablemente me ha ayudado a comprender mejor mi oficio y también a mantenerme, decididamente, al lado de todos esos hombres silenciosos, que no soportan en el mundo la vida que les toca vivir más que por el recuerdo de breves y libres momentos de felicidad y esperanza de volverlos a vivir.


Reducido así a lo que realmente soy, a mis verdaderos límites, a mis deudas y también a mi fe difícil, me siento más libre para destacar, al concluir, la magnitud y generosidad de la distinción que acabáis de hacerme. Más libre también para deciros que quisiera recibirla como homenaje rendido a todos los que, participando en el mismo combate, no han recibido privilegio alguno y, en cambio, han conocido desgracias y persecuciones. Sólo me resta daros las gracias, desde el fondo de mi corazón, y haceros públicamente, en prenda de personal gratitud, la misma y vieja promesa de felicidad que cada verdadero artista se hace a sí mismo, silenciosamente, todos los días.


(Fuente: Virginia Parodi; http://www.paganpoetryofmine.blogspot.com/)

viernes, 13 de febrero de 2009

Intelectuales y experiencia

Texto leído en la apertura de La Solapa el 11/02.

Por Damián Tabarovsky (publicado en Suplemento Cultural del Diario Perfil, Domingo 08 de Febrero de 2009)



Damián Tabarovsky


Hace casi veinte años vivía en París y trabajaba de dar clases de castellano. Era un empleo más bien tranquilo: alumnos de nivel avanzado que no querían perder el idioma, empresarios que tenían que viajar a Latinoamérica a ocupar cargos en las empresas privatizadas, jóvenes que, en un viaje, se habían enamorado de un español o española y que querían hablar en la lengua de su amado o amada. La mayoría de las clases eran almuerzos en restaurantes elegantes (pagados por el instituto que me contrataba) y por lo general charlábamos de política, deportes, cine. Mi función residía simplemente en corregir algún error o darle alguna tarea para el hogar. Uno de esos ejercicios consistía en traducir un artículo, precisamente de la sección deportiva, de un diario argentino. Trabajé casi once meses, y en ese tiempo ningún alumno, ni uno solo, pese a su alto nivel, logró traducir esta frase: “La mató con el pecho y de volea la clavó en el segundo palo”. Es curioso, porque el fútbol es el deporte más popular del mundo, y sin embargo los diarios y las revistas especializadas están escritos con un lenguaje altamente sofisticado, por momentos críptico, inaccesible para el que no conoce del tema. E inclusive las conversaciones cotidianas –el lenguaje oral– están también cargadas de frases en clave y códigos secretos. ¿River va a jugar con un 4-4-2 o con un 4-3-1-2? ¿Es lo mismo un lateral-volante que un carrilero? ¿Ya no hay más enganches? Tengo al menos una decena de amigos que, puedo asegurar, no entendieron una palabra de las preguntas que acabo de hacer. Frente a esto, siempre me surge una duda: ¿por qué está aceptado que cuando se habla o se escribe sobre fútbol pueda utilizarse la lengua en su versión más sofisticada y, en cambio, cuando se habla o se escribe sobre temas culturales muchas veces se exige que sea entendible por todos, incluso por los que no les interesa la cultura?

Aparece inmediatamente la figura del intelectual/cartero, aquel que se presupone capaz de llevar la cultura “para todos”. Como si la cultura estuviera en un lugar, y su tarea fuera acarrearla, repartirla, transportarla hacia zonas y poblaciones donde no habría cultura. En nombre de esa supuesta democratización se encierra una idea aún más elitista y aristocrática (unos tienen cultura y otros no). Ocurre que por debajo de esas falsas buenas intenciones, el intelectual/cartero en verdad intenta disimular lo que es bien sabido: que su formación es muy escueta. Hay algo que no deja de sorprenderme, pese al paso del tiempo: la cantidad impresionante de intelectuales, escritores, ensayistas, profesores que no leen (o que leen muy poco). Estoy convencido de que una película se disfruta más si antes se vieron cien otras películas. Que un libro se vuelve más interesante si antes leímos muchos y muchos otros libros. Que ver una pintura se hace más rica si antes vimos otras obras.

El actual parece ser un tiempo en el que basta con la experiencia (concepto sobredeterminado si los hay y que, sin embargo, siempre es descripta de la forma más trivial): un escritor vive en un suburbio, toca la guitarrita, juega al fútbol, y lo suyo sería entonces simplemente “contar esa experiencia” sin necesidad de tener un pensamiento crítico sobre la lengua, sobre la tradición literaria, sobre el campo intelectual, sobre la sintaxis. “Cuenta lo que le pasa” y listo. O también: el intelectual supuestamente crítico del habla mediático, y que sin embargo va trazando sus intervenciones en función de la agenda de los medios: hoy un artículo sobre Cromañón, mañana uno sobre los 70, ayer otro sobre el conflicto en Gaza, sosteniendo su pensamiento (es decir: no sosteniendo ningún pensamiento) otra vez en la experiencia y en su opinión personal (una para cada tema), desprovisto del rigor de la lectura, de la relectura, de la puesta a examen de sus interpretaciones pasadas, del armado de una red teórica. Como pocas veces, éste es un tiempo populista y antiintelectual.